Ha sido un regalo para mi niño grande, el papi, es gaditano y cadista de corazón. Siente los colores de su equipo pase lo que pase, y sufra lo que sufra... jajaja
Lleva muchísimo tiempo pidiéndome que le haga algo del cádiz, y la verdad que nunca se me ocurría qué hacerle, para que fuera especial y diferente. Así que al encontrarme con esta técnica, decidí que hacerle el escudo en blanco y negro, quedaría muy especial. Y así fue.
Él está encantado con su nuevo escudo, ya lo tiene puesto en su pequeño rincón gaditano, junto a nuestra chimenea. Vivimos en Málaga, y así tiene un pedacito de cadiz en nuestra casa :)
Tiene un par de rocas que cogió buceando este verano en la playa de la caleta, las piedras parecen de la muralla que rodea la ciudad de Cadiz, y deben llevar muchisimos años bajo el mar, tiene conchas incrustadas, son muy bonitas. Y dos trofeos de su equipo :) Y ahora también mi regalo que le hizo especial ilusión al verlo, ni se lo imaginaba, porque no hay que esperar un día concreto para hacer un regalo especial, ¿no creéis? :)
Tanto ha gustado, que el mismo día que lo hice, tuve mi primer encargo de este tipo, una compañera de mi trabajo; con un motivo totalmente diferente, un regalo de aniversario.
Y si este ha quedado chulo, el otro es espectacular. La destinataria está maravillada con su regalo y yo totalmente ilusionada con que le haya encantado. Os lo mostraré en la próxima entrada :)
Te ha quedado precioso!
ResponderEliminarSi es que te atreves con todo, yo lo de las transferencias ni lo había oido.
ResponderEliminarHa quedado genial.
Besos.
Me encantan estas cositas. Estará tu marido tan orgulloso de su escudo, hoy me has sorprendido con esto de las transferencias. Besitos guapisima.
ResponderEliminarTe ha quedado muy bien!! Yo tampoco habia oido hablar de las transferencias a la madera. interesante tecnica :)
ResponderEliminarGracias chicas!!!!!
ResponderEliminarMuchos besitoS!!